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Y qué... ¿sigues viajando?

Hoy, en una tranquila noche y arrullado por el sonido del Océano y del viento, situado en una playa del Algarve portugués, retomo el placer de escribir para otros, tras un tiempo sin hacerlo.

Y lo hago intentando responder a la pregunta que mucha gente me ha hecho en los meses en los que he estado viajando por tierras castellanas y leonesas:

-“¿Qué es de tu vida? ¿Sigues con lo de los viajes?”.

Si, sigo, claro que sigo, uno no puede dejar de sentirse lo que es, ni renunciar a aquello que realmente emociona a sur ser, y por tanto le marca el camino, pues las emociones, es decir cómo nos sentimos haciendo lo que hacemos, son nuestra brújula particular en el gran viaje de la vida. Ir en contra de quieres somos, no nos hace bien, nunca. Puede ser soportable, pero supone andar un camino que no es el nuestro, que no nos corresponde.

En estos años he hecho realidad mi proyecto de la Escuela para Viajeros – Vientos de Cambio, la forma que encontré de expresar mi deseo de compartir lo aprendido y desaprendido a través de movimiento y del cambio, y que a falta de retoques para adaptarla al momento actual, me ha permitido durante tres años viajar con personas increíbles, a lugares en los que la memoria visual, marcada de nuevo por las emociones, archiva imágenes de esas que puedes volver a traer a tu retina casi con la misma nitidez que cuando estabas allí.

La manera en la que las personas me ha transmitido lo que les supuso viajar con la Escuela, ha colmado con creces los esfuerzos y la energía puestos en tan inabarcable proyecto, con aulas viajeras en Asia, África y Sudamérica. Y aunque bien arropado por diferentes personas, y habiendo realizado viajes por Bolivia, Chile, el desierto del Sahara (Marruecos), Argentina, Paraguay, Perú…, con un poco de perspectiva y tras este parón vírico, creo que la creencia de que no existen límites y mi deseo de compartir lo descubierto en las diferentes etapas de un viaje, impulsaron un barco demasiado grande para poderlo gobernar yo “sólo”. Por eso, el siguiente paso supondrá una adaptación, pero manteniendo intacto el fondo, o mejor dicho enriqueciéndolo con lo vivido hasta la fecha.

Además durante estos años he compaginado el despegue de la Escuela con otros trabajos que me han permitido seguir haciendo lo que amo. Estos me han llevado a conocer con más calma y profundidad la belleza cromática de Islandia, dónde estuve trabajando en un hotel perdido en un campo de lava al lado del glaciar más grande de Europa (Vatnajökull), o la isla esmeralda, Irlanda, dónde estuve trabajando como guía turístico. El confinamiento me pilló en un pueblecito en la precordillera alpina francesa, llamado La Chapelle en Vercors, tuve mucha suerte por haber podido vivir estos difíciles meses en aquellos parajes y en buena compañía, y me siento muy agradecido por ello.

También mis pasos volvieron a transitar alguno de los conocidos senderos sudamericanos, e incluso a ampliar las fronteras de lo ya conocido, llegando en esta ocasión hasta las playas ecuatorianas de Guayaquil, y conociendo “otros Machu Pichus” perdidos en la selva peruana, con gente maravillosa, siempre con gente maravillosa.

Y tras una nueva adquisición que se ha convertido en mi Rocinante particular hace un año, una casita con ruedas, he aprovechado desde el comienzo de esta primavera pasada, para reconocer la provincia de Burgos (dónde nací) con todo lujo de detalles, y muchos bonitos lugares de Castilla y de León. Seguidamente seguí con toda la costa norte de la península ibérica y he continuado bajando por la costa portuguesa, hacia mi siguiente destino, ¡las islas afortunadas!

Como anteriormente, os dejo con una selección de fotos, que si las ganas de escribir poniendo el foco en estos años pasados siguen aflorando, ampliaré a su debido tiempo, pues creo que alguna de ellas son verdaderamente bonitas. De momento ahí van las que para mí han sido las personas y los lugares más maravillosos de la Tierra durante estos años de viaje.

¡Espero que os guste y que disfrutéis  de nuevo de esta ventanita al mundo!

Con mi mejor energía.

Miguel

- Islandia
Vik - Islandia
Reikiavik - Islandia
Reikiavik - Islandia
Skaftafel - Islandia
Buenos Aires - Argentina
Salar de Uyuni - Bolivia
Dublín - Irlanda
Rambla de Montevideo - Uruguay

Lisboa - Portugal

Y qué... ¿sigues viajando? Reviewed by Miguel Tárrega Fernández Mellado on 11:00:00 Rating: 5

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